Hace unas semanas volvimos a las andadas con nuestro club de montaña. Disfrutamos de la naturaleza imponente de los montes de Anaga. Salir a la montaña siempre nos da un respiro nuevo y aprendemos de la naturaleza y de las demás, porque salen buenas conversaciones y momentos muy divertidos. Acabamos con un buen pollo a la brasa para reponer fuerzas.