La semana del 13 al 18 de abril vivimos una experiencia inolvidable. Recorrimos el camino Santiago portugués por la costa, con salida en Vigo. Era un camino especial, ya que el grupo estaba compuesto por personas con rangos de edad muy distintos. Un camino intergeneracional precioso, donde algunas de las niñas iban con sus madres y eso lo hacía aún más especial. Disfrutamos cada etapa con un propósito común y retos personales.

Espectacular fue nuestra entrada en la Plaza del Obradoiro, llena de emoción y alegría por culminar nuestra peregrinación a la tumba del apóstol. No faltó la Misa en la Catedral y el abrazo al apóstol pidiéndole muchas cosas y dando gracias por
todo lo vivido.
«Cada peregrino encuentra en el camino, su propio milagro»
«El camino no te da lo que buscas, te da lo que necesitas»
Preparando el camino «madre e hijas» del curso que viene